Un poema que le dedico a esa persona que me ha enseñado tanto, sobre la vida, la muerte, la ganáncia y la pérdida, y que sin embargo todo el dolor que siento, aún le amo.
Te dedico mi mirada, amor mio.
Ahora que estás tan lejos del cause de mi rio,
te dedico mis suspiros, porque en mi delirio
tu recuerdo me persigue, haga calor o frio.
Puedo ver tus ojos mirando mi ventana,
a través de esta pantalla de cristal,
siento tus pupilas recorrer la muralla
que te impide decirme un "hola", una palabra.
No sé si te detienes a hablarme por pena,
temor o remordimiento, o por respeto a “ella”.
Esa, que te distanció de mi camino.
Esa, que de mi esperanza no dejó ni un pedacillo.
Y estoy segura que como yo,
miras la pantalla, el monitor,
buscando una escusa para llamar,
y una conversación iniciar.
Todos los días en el chat nos encontramos.
Bendita tecnología que nos permitió conocernos.
Ahora es ella misma la que nos mantiene unidos,
a través de la ventana de un programa vano.
Espero algún dia poder
este cristal en pedazos romper,
y del otro lado aparecer.
Así, podría en tu brazos permanecer.
Mas ya no hay motivo o razón,
que me haga implorar al cielo
que te mantenga conmigo,
si tú ya has elegido tu destino.
Hasta siempre, mi amor.
El que siempre, en mi corazón
permanecerá. Ahora se rompe mi razón,
sabiendo que ya todo terminó.
No sé si llegues a leer esto algún dia, mi lobito adorado, pero en mi memoria y en mi corazón, tu rostro seguirá a mi lado.
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