" Antes de tenerte, fuiste mío,
y antes de estar juntos, te he perdido.
¿Qué le diste a mis labios ésa ocasión,
que han hecho gritar a mi corazón?
Como la Luna se viste de estrellas,
así me visto yo de ilusiones bellas."
Con tus fogosos labios has derretido mis besos de mantequilla. Cogiste mi cintura como se coge una bella rosa que tímida se aventura a salir de su botón. No quiero enamorarme de la Luna y su baile de pañuelos una vez más, pero es lo que siempre acabo haciendo. Es ese baile embriagador el que me seduce por encima de la razón. Fueron tus ansias bien racionadas las que me mantuvieron entre el mar y el cielo. No puedo decir que no deseo nada más que un lecho contigo, pero la pasión me ha cegado. Y es entonces donde mi quebradiza barrera de papel corrugado ha decidido dejarte entrar, después de que con tus movimientos lograste descifrar la combinación de mi entrada.
Eres el nombre que aborrecía, eras la sombra de aquél a quien detestaba. Ahora has echo que su nombre vuelva a sonar a gloria, sólo por que lo portas tú, con tanta maestría. Hasta la forma en que lo conjugas me suena deliciosa: "Love", love love love... es lo que añora mi corazón, pero mi cuerpo pide acción, tanto como mi mente una razón.
No estoy en condiciones de actuar, mucho menos de detener a éste corazón debil y apelmazado que ha decidido comenzar a caminar hacia tí sin el consentimiento ni la guía de la lenta razón que me gobierna. Si no hubieran sido aquellos ojos los que nos miraban los causantes de mi atontamiento y mi bochorno, juro por los Dioses que me protegen que no hubiese soltado ésa boca y ésos labios que con tan delicioso sabor me transformaban en bella mariposa rebosante de ganas por emprender el vuelo.
¡Oh, Laberinto de pasiones! ¿Cómo es que has logrado que tu nombre vuelva a avivar en mí la llama de la poesía y la prosa, que durante tanto tiempo dormidos e hibernantes permanecía?
¿Cómo sólo una noche de copas y diversiones han hecho que mire tu rostro y tu nombre con un suspiro encerrado en mi boca, esperando transmitirselo a la tuya? Si las altas mareas pudieran llevar mi oración callada y gritona... si tan sólo las ninfas de las dulces aguas del amor desesperante pudieran ayudar a ésta noctámbula que busca tu escencia entre árboles y la nada.
Ya ni la noche me es grata, ni los sueños ni la cama, que en lugar de descanso me provoca ilusiones mal intensionadas de la mente que aún recuerda el contacto con tu piel. Ni la sobria mañana trae paz a mis ansias. Sólo han pasado tres noches, largas noches desde nuestro fortuito encuentro, y aún te busco en el aroma de mi cabello y mi lengua desea encontrarse con la tuya.
Mira que tu nombre encierra una maldición. Una vez más, sólo con sentir aquellas letras incrustadas en tus besos, he perdido la cabeza, sin razón ni fortaleza. Temo de nuevo por mi sanidad, temo de nuevo por mi bienestar. Tres años hace de la mayor masacre que en mi pecho se haya ocurrido... y ahora siento que camino sin ojos hacia un nuevo abismo.
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