"Ése es el precio que pagas cuando partes: los objetos no se quedan donde los dejaste, los amigos difuminan tu recuerdo apenas les das la espalda, los parientes no te vienen a buscar porque los tenues lazos se estiraron en la distancia y terminaron quebrándose. El mapa de la isla del tesoro que se pierde. Les ocurre a todos porque todos, tarde o temprano, parten a algún lugar".
La materia del deseo
Edmundo Paz Soldán

martes, septiembre 21, 2010

Deseos de cosas imposibles

Quiero saber de tí lo que nunca sabrás de mí.
Quiero que dejes de rondar mis pensamientos cuando no estas.

Quiero esconderme en las faldas de la Luna que me vió crecer, como humano y como mujer, y no encontrarte en ellas jamás. Quiero poder voltear a ver su hermoso resplandor plata, y verlo a él nuevamente y no sólo a tí.

La culpa me invade porque comparten tantas cosas... las de él son mías, y las tuyas jamás lo serán.

¿Cuál es el problema, entonces, si de sobra sé que no me perteneces ni lo harás?
En cambio él es todo mío, es lo que alguna vez deseé, es lo que amo y con quien pasaré el resto de mis días ( o almenos así va el plan).

No quiero saber de tus amantes ni de tus pretendientes, porque me invaden los celos. Sin embrago no puedo pedirte que dejes de hablar de ellas... no tengo ningún poder para impedirtelo.. además de que tendría que dar explicaciones que no quiero exponer.

Eres un lobo audáz. Sabes enamorar. Cazas. Asaltas. Atrapas...
Y sin embargo está mi amado. Con quien he imaginado y soñado miles de cosas que disfrutaría más a su lado que contigo. Pero, como dice la canción, "y de repente apareces tú..." y tiras por tierra mis vanos esfuerzos mentales por no darte importancia.

Odio que seamos amigos, odio haberte conocido, odio sentir lo que siento cuando me miras, cuando me hablas, o me abrazas. Odio ver tu carita enrojecida por la risa, odio que sólo puedo recordar tu rostro intentando no reir mientras me miras buscando apoyo cuando nuestros conocidos hablan y cuentan bromas hilarantes. Odio recordar tu espalda ancha, fuerte y saber que nunca veré bajo tu playera negra y ajustada. Odio saber que el cuerpo de mi amado está tan lejos que la necesidad de él me hace voltear a verte.

Odio.... que no puedo odiarte, pero tampoco diré que te amo... pues no es amor. Sólo es atracción. Sólamente éso y nada mas. Nada.... más...

Y atracción mía, por supuesto. Tu no tienes forma de fijarte en mí como yo me fijo en tí, y no tienes forma de saber lo queme haces sentir, pues no me conoces lo suficiente para saber cuando miento, o cuándo mi cuerpo dice las verdades que mi lengua encubre.

No lo sabrás. Por mi boca núnca. El mundo puede enterarse de ello, pero ni tú ni él deben saberlo.

Detesto que me gustes, detesto desear verte. Detesto fantasear con cosas que no serán y tener que cortar de tajo éstas fantasías porque me siento culpable y una mierda al tenerte a tí de protagonista y no a la persona que amo..

Desearía ser sólo una piedra más en tu camino. Pues sé que me eviitarías y seguirías andando sin siquiera mirarme. Sería más fácil si no me miraras. Si no me hablaras.
Sí, en efecto, sería más fácil. Pero mi interés por tu persona va en aumento.

Estúpida humanidad, te tengo tanta compasión!!

Y aquí me encuentro, en medio de la noche, sonriendo porque platiqué contigo...



...Sos mi vicio...

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