Hoy lloviò mucho, durante la noche y tambièn en la madrugada. Era una lluvia dura y perceberante. Como un llanto amargo que no para de brotar de unos ojitos tristes.
Aveces he deseado ser lluvia, sobretodo cuando lloro mucho, que mis làgrimas se convirtieran en lluvia y yo ser una nubecilla que se mueve de un lado a otro y se hace y se deshace a su conveniencia y como quiera.
Pero làstima, yo no sy lluvia y sòlo puedo serlo cuando lloro o cuando la miro caer a travèz de una ventana o bajo una sombra seca que no le gusta sentirse hùmeda.
Y hablando de gotitas de agua, el techo de mi cuarto se està chorreando y mi clòset se ha inchado como si hubiera comido mucho y estuviera lleno, y tambièn se està despedazando poco a poco. Todo porque mi mamà escatimò esfuerzos para impermeabilizar la cochera, que queda jùsto al lado de mi cuarto.
Tengo miedo que la madera se debilite demasiado y todo se venga abajo, y mi ropa, libros, juguetes y objetos impregnados de recuerdos y deseos olvidados se destruyan por el acto de ser aplastados bajo montones y montones de objetos mojados.
Luvia, lluvia, lluvia, lluvia...
La lluvia en èste lugar aveces es una bendición, sobretodo cuando el termòmetro alcanza la edad de mi mamà y el calor es insoportable. Desde que iniciò Septiembre la lluvia ha sido constante como el sol por la mañana o las caricaturas de la tarde.
Hoy tambièn, terminè de leer el libro "La casa de Mango Street" de no sé qué autora, estuvo muy bueno e interesante.
Me gustó mucho `cómo platicaba de cosas tan comúnes, como la escuela, los vecinos, el recreo, y cosas como esas. También comencé a leer de nueva cuenta "El lobo estepario", - me encànta este libro!!!!!!!! *-*, xDD curioso es ke lo encontrè en un bazar xDDD- y còmo en las ùltimas páginas se veía en un espejo que reflejaba todas sus personalidades. Aveces me siento así, que no soy sólouna persona, sino muchas, más de cien o incluso mil, no podrìa saberlo. Pero la verdad es que me siento muy identificada con ese señor Harry del libro, aunque yo sòlo tenga 17 añitos, aveces me siento como un viejito como él, lo único diferente y malo es que yo no tengo la libertad de vivir sola y de beber vino como él.
Pero a pesar de todo... sigo queriendo ser lluvia y volár, volar, volar, volar....
o ser agua y flotar, flotar, flotar, flotar siempre en la superficie...
n_n jeje chao!!!
"Ése es el precio que pagas cuando partes: los objetos no se quedan donde los dejaste, los amigos difuminan tu recuerdo apenas les das la espalda, los parientes no te vienen a buscar porque los tenues lazos se estiraron en la distancia y terminaron quebrándose. El mapa de la isla del tesoro que se pierde. Les ocurre a todos porque todos, tarde o temprano, parten a algún lugar".
La materia del deseo
Edmundo Paz Soldán
miércoles, septiembre 13, 2006
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